¿En qué consiste la terapia con realidad virtual?
El tratamiento de fobias y temores intensos suele constar de dos aspectos fundamentales: trabajar la parte cognitiva, es decir, aquellas creencias, atribuciones y lecturas que hacemos del fenómeno temida y lo que lo rodea. Y, en segundo lugar, afrontar paulatinamente el temor para aprender a gestionar el torrente de sensaciones y pensamientos que se desencadenan en la persona que sufre ese miedo.
Puesto que en general no contamos en consulta con muchos de los miedos que trabajamos (arañas, grandes alturas, aviones, piscinas, agujas,…), tradicionalmente, esta segunda parte se ha realizado tratando de imaginar de forma sugestiva el miedo a enfrentar. El problema es que su éxito y su rapidez dependen en gran medida de la imaginación del paciente y su capacidad de sugestionarse.
La tecnología de realidad virtual permiten potenciar enormemente este segundo aspecto del tratamiento, logrando conectar al paciente con sensaciones realmente genuinas que puede reconocer como reales. Sintiéndose inmerso en la situación temida (pero seguro y siempre acompañado del psicólogo) el paciente puede aprender a gestionar sus pensamientos y sensaciones logrando vencer paso a paso su temor de forma más rápida y efectiva.
¿Cómo son las sesiones?
Para empezar se realiza una primera sesión en la que se define el problema a trabajar y se explora todo aquello que pueda ser relevante para el proceso, así como el tipo de tratamiento a seguir.
A partir de ese momento las sesiones están divididas en dos partes: una conversacional para trabajar creencias, gestión emocional, pensamientos asociados, … y la elaboración de la experiencia virtual. Después, el paciente se pondrá el visor de realidad virtual y vivirá una experiencia que dirigirá el psicólogo desde el ordenador, pudiendo controlar todos los parámetros de la misma.
Además, para poder realizar un seguimiento de los avances del paciente en la habituación a los estímulos fóbicos, el psicólogo podrá registrar en todo momento su nivel de ansiedad a través de unos sensores de biofeedback, información que queda almacenada para así poder ver la evolución del tratamiento. Del mismo modo, estos datos nos ayudarán a entender, momento a momento, qué estímulos y/o situaciones son los desencadenantes del temor, así como identificar con mayor claridad qué recursos o estrategias surten mayor efecto en la ansiedad del paciente.
Principales Indicaciones
- Aerofobia (Miedo a volar)
- Amaxofobia (Miedo a conducir)
- Agorafobia (Miedo a estar en lugares en los que pueda ser difícil o embarazoso escapar)
- Claustrofobia (Miedo a los espacios cerrados)
- Glosofobia (Miedo a hablar en publico)
- Escotofobia (Miedo a la oscuridad)
- Brontofobia (Miedo a las tormentas)
- Acrofobia (Miedo a las alturas)
- Entomofobia (Miedo a los bichos)
- Ansiedad
- …
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