«¿Debo ir al psicólogo?» A todos o casi todos, en algún momento u otro, se nos ha pasado por la cabeza la idea de acudir a ver a un psicólogo. Pero también es habitual el considerar que hacer terapia es para otro tipo de temas. O que lo nuestro no es tan grave. O, incluso, el ya tan caduco «yo no estoy loco«.

La psicoterapia es adecuada para cualquier edad. No se trata de «enfermos» sino de personas normales ante determinados desafíos de la vida que sienten que los superan.

Así que la pregunta sigue en el aire: ¿debo ir a un psicólogo? ¿la terapia me puede ayudar?

Y la respuesta es: depende. Es por ello que en este post vamos a aclarar los motivos por los que ir al psicólogo y algunos por los que no. De entrada, lo más importante es cómo te sientes y no tanto valorar los hechos en base a una hipotética normalidad. Lo que para uno es un problema para otro no lo es. Cada uno vive y siente de manera única. Escúchate y valora si quieres sentirte distinto/a o si quieres vivir tu vida de otro modo.

 

Dicho esto, mi recomendación es:

 

Ves al psicólogo si…

 

  1. Llevas tiempo sintiendo un malestar que repercute en tu bienestar y te afecta en una o más áreas de tu vida (con tu pareja, en tu familia, con tus amigos, en tu trabajo,…).
  1. Sientes que hay algo de tu pasado que no te permite vivir el presente de forma libre.
  1. Quieres conocerte mejor, cuestionar las creencias que te limitan y descubrir quién quieres ser.
  1. Estás pasando por una etapa especialmente difícil y quieres un proceso de acompañamiento que te ayude a afrontarlo, ya sea un gran desafío, o un duelo, una ruptura, una gran pérdida,…
  1. Te sientes insatisfecho en tu vida y quieres realizar cambios que te permitan sentirte más feliz.
  1. Quieres vivir tus emociones de manera más consciente.
  1. A menudo te sientes inseguro/a o con poca autoestima.
  1. Estás realizando algún tratamiento psicofarmacológico que querrías complementar con psicoterapia.
  1. Otro profesional como un médico u otros profesionales de la salud te ha aconsejado acudir a un psicólogo.

 

No vayas al psicólogo si…

 

Por otro lado, hay situaciones en las que, seguramente, acudir a un psicólogo será la opción equivocada. Si buscas en la figura del terapeuta un consejero que opine sobre lo que debes o no debes hacer, es muy probable que no obtengas lo que buscas. El objetivo de un buen terapeuta es ayudarte en tu autonomía, en tu capacidad para decidir por ti mismo. Decirte qué pasos dar contradice la finalidad del proceso.

Por otro lado, el terapeuta tampoco es un juez, alguien para validar o invalidar tus acciones o las de los demás. El sentido de responsabilidad sobre las acciones y/o decisiones propias es fundamental para que la terapia sea efectiva. Es un clásico de la terapia de pareja el buscar en el terapeuta un juez que determine quién se equivoca. Nada más lejos de la realidad.

Por último, y en sintonía con el punto anterior, para que el proceso sea realmente efectivo es fundamental que el paciente se comprometa realmente con el mismo. Esto es, ser capaz de profundizar en si mismo. Cuestionarse las cosas y otorgarse el espacio y el tiempo para hacer todo esto de forma auténtica.

 

Y recuerda, si quieres iniciar un proceso de terapia o tienes cualquier duda al respecto, no dudes en escribirme a mdemolina@institutgoma.cat o llama al 644 310 697 www.demolinapsicologo.com

 

 

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