Todo puede serle arrebatado al ser humano excepto la última de las libertades: la actitud con que se enfrentará a una determinada circunstancia.

Viktor Frankl.

 

¿Alguna vez te has encontrado maldiciendo al destino por tus desgracias? ¿Has culpado a tu jefe de tu situación laboral? ¿Tal vez te frustras porque sientes que tu pareja no te hace feliz? O ¿quizás pienses que la sociedad en la que vives limita tus aspiraciones? ¿Cuántas veces tratas de cambiar todo aquello que te rodea?

Si es así, no te avergüences, todos estamos allí en algún momento, pero tal vez te sea más útil ver las cosas desde otra perspectiva. No obstante, antes de hacerlo entendamos las limitaciones de la primera y, para ello, puede ser útil hacernos una pregunta:

¿Quién dirige mi vida? ¿Quién lleva las riendas de la misma? ¿Quién decide los pasos a dar? ¿Quién elije?

¿El destino? ¿Mi jefe? ¿Mi pareja? ¿La sociedad?

Es evidente, y no podemos negarlo, que nuestra existencia está condicionada. Partiendo de la familia en la que nacemos, nuestras características personales o el tiempo que nos toca vivir; nuestra vida está vinculada a unas circunstancias, que condicionan en mayor o menor medida nuestro camino.

Pero ojo, has leído bien, condicionan, no determinan. Tú eres el que determina tu vida.

Tomar conciencia de ello es un paso de gigante para lograr ser el verdadero protagonista de tu vida ya que implica asumir que mi vida depende de mí. Sin embargo, esto no siempre es tan fácil como podríamos suponer porque si comprendo que mi vida depende de mí y yo tengo realmente el poder para cambiar mi vida, también implica que terminaron las excusas y la victimización y ya no podremos culpar de nuestras frustraciones a jefes, parejas, sociedades, sinos y demás…

Asumir nuestras vidas desde la responsabilidad y la consciencia, implica valor y compromiso con uno mismo y, por tanto, renunciar a excusas y victimismos. Ya no podremos culpar a los demás (o lo demás) por nuestra vida. La buena noticia es que era una soberana pérdida de tiempo, no podrás cambiar la sociedad o a tu jefe o a tu pareja. Tú puedes cambiar (tu actitud, tu manera de interpretar lo que te sucede, tus decisiones,…) y eso significa que tu vida está en tus manos, bajo tu control. Los cambios que pueden mejorar tu vida empiezan y acaban en ti.

 

Algunas preguntas que te pueden ayudar

 

Te propongo una serie de preguntas para que reflexiones cómo te estás posicionando en tu vida:

¿Qué es lo que quieres cambiar?

 ¿Qué puedes hacer tú para lograrlo?

 ¿Me estoy responsabilizando de la situación?

 ¿Qué no estoy aceptando?

 ¿Qué miedos me frenan a la hora de hacer algo para cambiar la situación?

 ¿Qué excusas me pongo para no dar los pasos que sé que he de dar?

 ¿Para qué me sirven estas excusas?

 ¿A quién o qué responsabilizo de lo que sucede en mi vida?

 ¿Qué pasos puedes dar para lograr el cambio que deseas?

 

Tenemos influencia sobre lo que nos rodea, pero es limitada. Allí donde el cambio ya no es posible, siempre existe la posibilidad de cambiar nosotros. Nuestro punto de vista, nuestra actitud.

Como dijo Aldous Huxley:

Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo”.

Y ya sabes que puedes contactar conmigo escribiéndome a mdemolina@institutgoma.cat o llamando al Institut Gomà al 93 208 27 94.

www.demolinapsicologo.com

 

 

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